LOS INMINENTES ACUERDOS DEL PLD

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 ROLANDO ROBLES

Si la política es solamente “el arte de lo posible” como  afirmaba el genio del equilibrio político, don Manuel Fraga, entonces el Partido de la Liberación Dominicana PLD, se encamina a producir un acuerdo entre las fuerzas mas beligerantes de su liderazgo.

Hablamos de Leonel Fernández, presidente del partido y Danilo Medina presidente del país.

 

Ambos líderes exhiben suficiente sobriedad política como para entender y promover un gran pacto que los pueda mantener en el poder y/o alrededor de este. Quienes probablemente no entiendan estas necesidades, son sus seguidores y relacionados, que por lo general tienen una agenda diferente a la de ambos, aunque muy dependiente de la de ellos.

 

De hecho, ellos han estado pactando desde los años 90’s, cuando Medina -junto a otros nóveles dirigentes- reconoció en Fernández la potencialidad para hacer el gran “crossover” que necesitaban, a las puertas de despedir a don Juan Bosch, políticamente hablando. Y lo hicieron con gran éxito y maestría, de forma que el otrora partidito debutante en las urnas con 18,000 votos, ha estado controlando y transformando el país y sus estructuras de poder, durante cuatro períodos constitucionales, de manera casi ininterrumpida.

 

El PLD está compelido a canalizar las ansias de los dos grupos en pugna real o aparente; y a hacerlo con el estilo que cultivaron a la sombra de los dos caudillos mayores de la era postrujillista, Juan Bosch y Joaquín Balaguer. Debo señalar en este punto, que en materia de pactos políticos, el laureado cuentista pesaba muchísimo menos que el presidente eterno; y que del segundo, aprendieron los peledeístas los fundamentos del “maridaje político”, y lo hicieron tan bien, que han logrado mantenerse en el poder a pesar no ser el partido mas votado en las elecciones. El arte de construir mayorías, se puede decir que es el aporte mas significativo que el PLD ha hecho a la cartilla del ejercicio político  electoral.

 

Si leemos como corresponde el “tablero político”, habremos de elucubrar el tipo de arreglo a que seguramente llegarán los dos “gallos en el gallinero morado”. Lo que quiere Leonel, Danilo lo sabe perfectamente y probablemente Leonel sepa con detalles a qué aspira Danilo. De modo que las expectativas de cada uno de ellos están bien definidas, ahora habrá que saber: ¿cuánto están ellos dispuestos a ceder y qué hay que hacer para garantizar que el pacto se pueda implementar?

 

Como todo el mundo sabe, Leonel quiere ser de nuevo candidato de su partido en 2016 y aparentemente, Danilo no puede evitarlo, a menos que esté decidido a crear una crisis de proporciones mayores y poner en peligro la permanencia del partido en el poder. Porque al momento, la única forma que tiene Danilo de parar a Leonel, es presentándose él mismo como pre candidato; algo que no permite la constitución dominicana actual.

 

Si los gobiernistas -entiéndase bien, la gente del presidente- optan por la confrontación, hay que suponer que “el Estado tratará de vencer a Fernández” y la secuela será ciertamente previsible, al margen de si lo logran o no. La catástrofe resultante, sin dudas sería una crisis de proporciones mayores y de consecuencias no previstas. Una vez encendida la mecha, no habrá manera de evitar la explosión. Las pérdidas directas serán impredecibles y mayores aun serán las colaterales. Con dinamita no se puede jugar.

 

Hay que convenir que nadie asocia al presidente Medina con un accionar de este tipo, que sin dudas afectaría a su partido y sus posibilidades presidenciales futuras. Él no se ha distinguido por promover acciones que conlleven perjuicio para su base de sustentación; aunque desde el gobierno, hay que advertirlo, se ha incubado un malestar que produce cierto desconcierto entre las bases peledeístas. Tales perturbaciones, actuarían como agente catalizador, en caso de producirse el enfrentamiento señalado mas arriba.

 

Estas lecturas preliminares están muy a la vista, porque son superficiales; pero adentrémonos en la dermis, pasemos un poco mas al interior del “tablero político” y tomemos las lecturas que están en el segundo nivel de profundidad de estas aguas, donde podemos bucear sin tanque de oxígeno, pero no sin escafandra.

 

¿Qué pudiera desear Medina, para no perturbar la candidatura de Fernández? Esta es evidentemente la pregunta clave. Digamos por ejemplo que a Danilo le interesa un paquete complejo, con mas de un componente; a fin de asegurarse plena autonomía de vuelo en la ruta hacia mayo del 2020. El presidente sabe que en política no se firman cheques en blanco, y que Fernández -desde ahora- no se va a comprometer con una candidatura que dependerá de muchos factores, algunos de ellos totalmente incontrolables por ambos dirigentes. Por eso, él (Medina) debe demandar las condiciones que por lo menos le garanticen un escenario “no adverso”; que ya sería mucho pedir y demasiado lograr.

 

Hay varias cosas que estarán en la mesa de negociación con Leonel, veamos algunas:

·      Danilo Medina en la presidencia del PLD.

·      Hombres de su equipo en las secretarías de organización y electoral del partido.

·      Mayoría senatorial en la bancada del PLD y reparto equitativo en los municipios y Cámara de diputados.

·      Una importante parte del Gobierno de Fernández en el 2016-2020; así como está ahora, pero invertido.

·      Su cuota correspondiente en las altas cortes y

·      Una promesa -cuando menos en primera instancia- de que no sería “vencido por el Estado” de nuevo. Lo de no intentar de nuevo la reelección, por parte de Fernández, no se incluye en el contrato, porque un pedido de esa naturaleza no se hace, ni se escribe. Basta con que se cumplan los puntos que la imposibilitan.

 

Quizás pequemos de ingenuidad y no contemplemos lo que se puede encontrar en las aguas mas hondas, las de gran calado; pero esa es labor de buceadores profesionales, que conocen los secretos de las profundidades marinas y que además tienen seguro de oxigeno, como Leonel Fernández y Danilo Medina. De modo que dejémosle a ambos esas lecturas mas profundas, pues solo ellos pueden pasar de la dermis hasta el mismo torrente sanguíneo y acordar las medidas que garanticen el cumplimiento de los pactos.

 

Mientras, pasemos revista a las posibles demandas de Leonel, que muy bien podría aceptar todo lo anterior y otras cosas que solo ellos conocen, si Danilo en cambio permite:

·      La competencia presidencial “libre”, sin apoyar a nadie en particular y le asegura que de su redil no saldrán cazadores furtivos -con municiones reales o de salva- que perturben desde el Estado la tranquilidad electoral.

·      Que no se escatime otro déficit fiscal, si fuere necesario para apuntalar la candidatura oficial, tal y como se hizo en el pasado reciente.

·      Permitir que los tribunales “conozcan” las acusaciones contra Félix Bautista, sacando a Domínguez Brito del caso. Dejarlo, y hasta “respaldarlo” para que se convierta en precandidato a la presidencia, tal y como lo ha planeado desde la Procuraduría.

·      Uniformizar la posición del Gobierno y la del Candidato, en lo relacionado con el tratamiento del problema haitiano. La alta popularidad del Gobierno -que siempre ha de afectar la del Candidato- caerá verticalmente si Danilo no maneja con destreza la política fronteriza.

·      Un arreglo congresual y de la justicia un tanto mas equilibrado del que propone Danilo, porque si bien es cierto que Leonel favorecería el balance, no es menos cierto que debe asegurarse de que el fiel no se incline demasiado. En ese terreno, tanto Danilo como Leonel tienen las mismas preocupaciones, porque lo que va viene y las tentaciones son mutuas.

 

Finalmente, debo reconocer que el frio de Nueva York afecta el razonamiento y que vemos muchas cosas en blanco y negro, cuando en realidad lo que mas existe son los tonos grises, que es el aspecto mas significativo de la lucha política. Sin embargo, lo mas importante para hacer los acuerdos que todos necesitan y saben que tienen que hacer, es tener siempre presente que “entre bomberos no se pisan las mangueras”. Esa es la regla de oro.

 

¡Vivimos, Seguiremos disparando! 

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