La climatización hospitalaria, un debate entre el interés comercial y la negligencia en salud

SANTO DOMINGO. La climatización en los hospitales representa un factor determinante en el control de bacterias y virus generadores de infecciones. Aunque médicos e ingenieros que abordan el tema coinciden en su importancia, a la hora de definir la mejor forma de instalación de equipos de aire acondicionado más o menos propensos a la propagación de infecciones nosocomiales, el debate se balancea entre una práctica inapropiada en el ámbito de salud y un posible interés comercial por vender nuevos aparatos al Estado dominicano.
Varios técnicos alertan sobre los riesgos a la salud que corre una persona cuando el aire acondicionado se instala en forma inapropiada. “El sistema de climatización que se ha utilizado generalmente son los sistemas tradicionales de un split, que recircula el mismo aire siempre y que, si encuentra una bacteria, te la mueve y te la recircula por todas partes”, advierte Yonelis Terrero, director de Ingeniería del Ministerio de Salud Pública.
Terrero indica que los split mantienen la humedad del ambiente por encima de 50%, favorable para el desarrollo de hongos y bacterias que dañan la salud.
“Cuando veo en la prensa casos de mujeres operadas en centros de estética, y que cogieron una bacteria, yo digo siempre ‘vayan al aire acondicionado que de seguro es un split’”, comenta el experto en refrigeración, Jeyson Ogando.
Sólo el año pasado, medios locales hicieron referencia a, por lo menos, 15 casos de pacientes infectados con bacterias tras someterse a cirugías, incluido el de la puertorriqueña Beverly Ann Brignoni, quien falleció tras una cirugía estética en el país. De las muertes de 11 niños en el hospital Robert Reid, ocurridas en octubre pasado, en un mismo fin de semana, los investigadores concluyeron que cuatro de los infantes habían adquirido una infección en el centro de salud.
A nivel general, el país carece de estadísticas sobre la incidencia de las infecciones nosocomiales u hospitalarias, afirma Raquel Pimentel, directora de Epidemiología de Salud Pública. Explica que la vigilancia de estos casos se deja al desarrollo y complejidad de cada establecimiento de salud.
Pimentel sostiene, sin embargo, que las infecciones en el país siguen un patrón, y están más vinculadas al contacto, sea sanguíneo o de las vías respiratorias, por el uso de los respiradores artificiales, y que no es común ver casos relacionados el tipo de ventilador, que son más propias de países fríos.
Una guía
En el país no existen normas que regulen la instalación de los equipos de ventilación en los hospitales, lo que mueve a preocupación a los ingenieros Alexander Hiraldo y Víctor Susana, directivos de la Asociación de Contratistas Mecánicos de la República Dominicana.
Su preocupación –dicen– surge a partir de la forma inadecuada en que ven la mayoría de las instalaciones de aire, sobre todo en los centros de salud. Ambos aseguran que llevan años tocando puertas de entidades gubernamentales para que se establezcan, por lo menos, los requerimientos mínimos en los procesos de instalación de esos equipos.
Luis Tomás Oviedo, director de Habilitación de Salud Pública, que vela porque los centros sanitarios cuenten con las condiciones óptimas para operar, asegura que, en cuanto a la climatización, el ministerio acoge las recomendaciones de la Dirección de Ingeniería.
Ingeniería, a su vez, hace sus sugerencias en base en algunos requerimientos internacionales que usan como guía, pero la carencia de una norma le impide ser muy exigentes.
Esa dirección cuenta en la actualidad con el borrador de una guía que regirá la instalación y tipos de aire acondicionado que se utilizarán en los hospitales. La norma se tomaría en cuenta en los 56 centros sanitarios que el Gobierno tiene proyectado remodelar. Dicha guía establece que los equipos para acondicionar el aire, sobre todo en las salas de cirugías y unidades de cuidados intensivos, deben ser de tipo “fresh”, que hacen cambio constante de aire desde el exterior (no recirculan) y son capaces de controlar la humedad a un 50%, según los estándares.
Jeyson Ogando, que trabaja junto a Yonelis Terrero en la elaboración de la norma, detalla que esos equipos deben contar con filtros biológicos HEPA (recogedor de partículas de alta eficiencia), capaces, según dice, de atrapar el 99.97% de las partículas. Dichos filtros cuestan desde US$30.00 (unos RD$1,300), según el equipo.
La forma de instalación también será un elemento a controlar, para que en lugar de tener entrada y salida de aire en el techo, como comúnmente se usa, las rejillas de salida queden próximas al piso. Esto evita que el aire suba luego de entrar en contacto con los pacientes.
En las salas de internamiento, las especificaciones son menos estrictas, pero es necesario que haya una entrada de aire fresco de por lo menos un 20% y que la humedad se mantenga en un 50%. Todas las superficies, incluidos los pisos, deben ser lisas, con material de revestimiento especial, para evitar que hongos y bacterias encuentren dónde esconderse.
Ojo con lo nuevo
Especialistas médicos reconocen la importancia de la climatización para evitar los riesgos a la salud, pero, aclaran que los mismos se previenen con una asepsia adecuada, sin necesidad de nuevas tecnologías.
Rafael Mena, presidente de la Asociación de Clínicas Privadas, sostiene que los acondicionadores tradicionales le han funcionado siempre, y advierte a Salud Pública que no permitirán que les impongan ninguna norma arbitrariamente. No menciona la tasa de infecciones en las clínicas privadas, pero asegura que está en niveles similares a los que tienen países desarrollados.
“Estos sistemas de climatización que los venden como una panacea, como la solución a los problemas quirúrgicos, no es verdad, la única intención que tiene la empresa es venderlos. Las infecciones se transmiten por aire, gotitas y contacto y en los hospitales de aquí, la inmensa mayoría de las infecciones problemas son por contacto”, sostiene el doctor Luis Elpidio Féliz Féliz, presidente de la Sociedad Dominicana de Epidemiología Hospitalaria.
El doctor reconoce la necesidad de cambios constantes de aire en las unidades de cuidados intensivos y quirófanos, pero, considera que en lugar de propugnar por equipos nuevos, es más importante promover el lavado de las manos entre el personal de salud y la higiene de los hospitales que –dice- es muy poca.
Desde el 2012, Féliz Féliz ha realizado estudios puntuales de prevalencia de infecciones en varios hospitales del país, encontrando tasas entre un 15% y un 30%. El estándar internacional para hospitales con más de 100 camas, con cuidados intensivos y quirófanos, es de 4%, según dice. Lamenta que en el país, la mayoría de los centros de salud no tiene programas de control de infecciones.
Como caso positivo, menciona el hospital traumatológico Profesor Juan Bosch que al 2013, y luego de que se inició el programa de control de infecciones que él mismo dirigió, logró reducir la tasa de incidencia a un 2.56%. Pero también refiere otro hospital, del que dice es muy popular, al que de cada 100 pacientes, se le infectaban 29, una tasa demasiado alta, a su entender. Esos resultados fueron al 2012, por lo que estima que a la fecha la tasa debe estar en un 12%.
El doctor José Sehwoerer, director de Epidemiología de la Maternidad San Lorenzo de Los Minas, señala que en ese centro el índice de infecciones nosocomiales es de un 5%. A ellos le ha funcionado la buena higiene, que implica entre otras cosas, desinfección de los equipos por lo menos cada dos o tres meses, y siempre que ocurran casos especiales. No obstante, conoce la importancia de una buena colocación de los equipos de climatización, sobre todo el evitar que las tomas de aire queden en lugares contaminados.
Salud Pública cuenta desde el 2013 con una Norma para la Prevención y Control de las infecciones en los Establecimientos de Salud, que dicta las condiciones para la infraestructura en esos centros, pero no especifica cómo deben instalarse los acondicionadores de aire.
Enfermedades
Entre las enfermedades que se pueden adquirir por contaminación del aire están la tuberculosis, sarampión, influenza y adenovirus. Por gotitas (al hablar o estornudar) están también la tuberculosis y la meningococcemia por cercanía. Aunque algunas son enfermedades de alta prevalencia en el país, también son de fácil diagnóstico, permitiendo su rápido tratamiento y aislamiento, de ser necesario.
Fuente Diario Libre