Mi Ventana Optica Vientos y nubarrones

Por Alejandro Almánzar

 Los cambios políticos en América Latina y otras latitudes, muestran un panorama bastante escabroso, donde la Derecha viene resurgiendo reinventada y renovada, con caras frescas, aplicando una (Dictablanda) en lugar de su acostumbrada Dictadura.

En cambio, la Izquierda, que ocupó los espacios dejados por la primera, no ha logrado llenar sus cometidos, y muchos de sus gobernantes están terminando tan opresores como los de esa corriente, sin aportar soluciones a problemas de la gente.

Posiblemente, esa Derecha dictatorial, reflexionó y decidió cambiar su metodología para enfrentar adversarios, sin tener que expatriarlos, ni perseguirlos por las ideas, y en su lugar, fabricarles expedientes para descalificarlos, e invalidarlos judicialmente.

Tales son los casos de Luis Ignacio Lula da Silva, Brasil, Cristina Fernández, Argentina, y Rafael Correa, Ecuador. Este último, no sólo perseguido por supuesta corrupción, si no, que le han instrumentado un expediente de “secuestrador”.

La lista es larguísima, y no hay espacio para otros ejemplos, pero los Diarios cada semana vienen desarropando una evidencia que no está tan disimulada, porque quienes llevan la voz cantante de esos planes no esconden nada.

Dejando claro, la Derecha, vino a recuperar su espacio y lo está logrando, gracias a la falta de visión política del relevo, que aunque trajera libertad para los ciudadanos expresarse, los pueblos han logrado pocas conquistas políticas y económicas.

América Latina, debería buscarse un potente Binocular, que le permita ver a distancia la mancuerna que vienen haciendo potencias, que aun con intereses encontrados, se ponen de acuerdo para lograr objetivos comunes, bajo el postulado “los países no tienen amigos, si no, socios”, y la sociedad puede romperse.

Porque de las cosas continuar tan oscura como se ven, pudiéramos despertar en medio de la oscuridad, aun cuando tengamos el día más soleado. Los Estados Unidos no aprenden de sus errores del pasado, como por ejemplo, la invasión a Iraq, que en busca del oro negro, hundió su economía y perdió la paz.

Ahora, junto a la Unión Europea, como buitres, se lanzan contra Venezuela y Nicaragua, por sus crisis políticas, pero miran hacia otro lado, cuando se trata de Haití, que renueva crisis con tanta frecuencia. ¿Será porque no tiene Petróleo?

Esa “ayuda humanitaria”, quienes la necesitan son los haitianos, no Venezuela, porque aunque Maduro es un gobernante repudiado, pero nadie, con fundamentos democráticos, aceptaría una intervención bajo esa supuesta ayuda humanitaria.

La nueva política imperial ha encontrado terreno fértil, para desarrollar sus maniobras, por la ceguera política de individuos, como Maduro, en Venezuela, y Daniel Ortega, Nicaragua, pues al primero, gente que cree en las ideas democráticas, que ejercieron el poder en sus naciones, les ofrecieron la oportunidad de un dialogo sincero, pero junto a esa oposición genuflexa lo hizo abortar.

Después de convertir a Venezuela en la excusa perfecta, para que los arcones carroñeros se lancen sobre sus reservas petroleras y volver a saquear la tierra de Bolívar, ahora busca desesperado la intermediación que nadie quiere volver a asumir.

Este ensayo envuelve desafíos, que todavía ningún visionario es capaz de descifrar, alimentado por ambición, terquedad y falta de visión de nuestros “lideres”, pero quizás sirve, para que Evo Morales, y Danilo Medina, reflexionen, de que el resquebrajamiento institucional sólo trae vientos huracanados, y fuertes nubarrones, que pudieran devolvernos a ese pasado oprobioso.

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