Una lectura a la salida de la ONU de Haití y su impacto para RD

Politólogo dice la Minujusth no tenía incidencia en la población

SANTO DOMINGO, RD.-La semana pasada, el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas decidió, con la abstención de Rusia y República Dominicana, terminar en octubre próximo su Misión de Apoyo a la Justicia de Haití (Minujusth).

Las reacciones por esta medida trascienden el territorio haitiano y en suelo dominicano también hay sectores que expresan su preocupación por el impacto que puede tener en ambos países, así como por las razones que llevaron al organismo internacional a adoptar esa decisión en momentos en que Haití vive una gran crisis política.

Creada en 2017, luego de la salida de la Misión de Estabilización de la ONU (Minustah), la Minujusth tiene el objetivo de apoyar a consolidar la paz en el vecino país. Pero el politólogo Joseph Harold Pierre entiende que esa fuerza no se ha sentido dentro del pueblo haitiano, donde muchos ciudadanos ni siquiera se percatan de su presencia, por lo que su salida no tendrá un gran impacto.

Señala que teniendo la Minujusth, con unos 1200 miembros, la misión de acompañar a la Policía haitiana, lo cual no ha hecho, la situación de derechos humanos se ha agravado con la crisis política durante su presencia en Haití.

El sociólogo Wilfredo Lozano, sin embargo, entiende que el momento no era propicio para la salida de la misión, debido a la situación de inestabilidad político y social. Por eso ve como prudente y correcta la abstención de Dominicana ante el Consejo de Seguridad.

El abogado especializado en el tema haitiano, Juan Manuel Rosario, advierte que la salida de esa misión es inoportuna y podría tener implicaciones no solo para la República Dominicana, sino para toda la región.

“La salida de la Minujusth se llevará a cabo en las circunstancias más inoportunas debido a la gran crisis política que actualmente impera en Haití, y en el momento en que más ese país requiere de los esfuerzos de la comunidad internacional para evitar un desborde que afecte no solo a RD, sino también a todo el conglomerado internacional en sentido general”, consideró.

La semana pasada, el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas decidió, con la abstención de Rusia y República Dominicana, terminar en octubre próximo su Misión de Apoyo a la Justicia de Haití (Minujusth) retirando sus agentes del vecino país. Las reacciones a la medida trascienden el territorio haitiano y, en suelo dominicano también hay sectores que expresan su preocupación por el impacto que puede tener en ambos países, así como por las razones que llevaron al organismo internacional a adoptar esa decisión en momentos en que Haití vive una gran crisis política.

Creada en 2017, luego de la salida de la Misión de Estabilización de la ONU (Minustah), la Minujusth tiene el objetivo de apoyar a consolidar la paz en el vecino país. Pero el politólogo Joseph Harold Pierre entiende que esa fuerza no se ha sentido dentro del pueblo haitiano, donde muchos ciudadanos ni siquiera se percatan de su presencia, por lo que su salida no tendrá un gran impacto.

Señala que teniendo la Minujusth, con unos 1200 miembros, la misión de acompañar a la Policía haitiana, lo cual no ha hecho, la situación de derechos humanos se ha agravado con la crisis política durante su presencia en Haití.

Para el sociólogo, especialista en el tema dominico-haitiano, Wilfredo Lozano, sin embargo, entiende que el momento no era propicio para la salida de la misión, debido a la situación de inestabilidad político y social. Por eso ve como prudente y correcta la postura dominicana de oponerse en el Consejo de Seguridad con su abstención en la decisión tomada.

“Es correcto porque en el contexto de crisis que tiene Haití, con inestabilidad, que no cuaja el gobierno, entonces esa decisión debió discutirse mejor”, plantea.

Añade que el alejamiento de esa la fuerza de la ONU, sin que haya seguridad de que en ese país hay un órgano poderoso que pueda tomar las medidas necesarias, constituye una irresponsabilidad.

Sin embargo, cuestiona que la postura de República Dominicana no sea parte de una política exterior coherente frente a Haití, que no existe y que es- a su juicio- necesaria para mejorar las relaciones entre ambos países.

Lozano reconoce que la salida de la Minujusth trae incertidumbre y podría tener consecuencias para los dominicanos, sin embargo, considera extemporáneo hacer afirmaciones en ese sentido.

El abogado, también especializado en el tema haitiano, Juan Manuel Rosario, advierte, a su vez, que la salida de esa misión es inoportuna y podría tener implicaciones no solo para la República Dominicana, sino para toda la región.

“La salida de la Minujusth se llevará a cabo en las circunstancias más inoportunas debido a la gran crisis política que actualmente impera en Haití, y además en el momento en que más ese país requiere de los esfuerzos de la comunidad internacional para evitar un desborde que afecte no solo a la República Dominicana, sino también a todo el conglomerado internacional en sentido general”.

Plantea que en vez de la comunidad internacional reducir los esfuerzos en Haití debería incrementarlos por las consecuencias que su inestabilidad podría tener en toda la región, y llama a que República Dominicana preste mucha atención a toda su política migratoria y la seguridad fronteriza.

“El rol de la Minujusth lo llamaría yo desincentivador con respecto a la violencia…y es una misión pequeña”
Joseph Harold, politólogo
Falta de fondos

El especialista en Relaciones Internacionales, Giovanni Báez, señala que las crisis económicas de la Unión Europea y la directrices de la política exterior de los Estados Unidos han originado una falta de fondos en los programas de la ONU que, unido al cuestionamiento de la efectividad de las misiones estabilizadoras de paz y de desarrollo institucional, hace más selectivo y restrictivo el apoyo de ese organismo.

A esa merma en los recursos atribuye la decisión respecto a Haití, cuyas consecuencias, dice, se manifiestan en la falta de políticas para cooperación para desarrollar la institucionalidad y apoyo para mantener el orden público.