Trabajar con dignidad

Por Fernando A. De León

 El hombre debería ser lo que hacen de él. Con esto queremos señalar que, no todo el mundo cumple con las directrices-en este caso normas de decencia y bonhomía-, que les inculcaron sus mentores.

 

 Por ejemplo, siempre hemos apelado a la expresión de que el trabajo dignifica, indistintamente de que se ejerza un simple oficio o una profesión. Este criterio, no siempre es apodíctico, o cierto.  Es muy posible que sea un recurso propalado por la clase dominante para acondicionar, o marear a los trabajadores; sobre todo en nuestros países tercermundistas.

 

 Pero si ello es así, en nuestro caso, como migrantes, lo que debemos per se, ser dignos, somos nosotros. Es decir, si tenemos una profesión tan cuestionada en la sociedad actual como el periodismo, debemos observar las que deben ser nuestras normas deontológicas, para nos desacreditarnos y festinar nuestra tarea.

 

 Es preferible-y este es nuestro criterio- trabajar en una factoría o incursionar en cualquier otra tarea no cuestionada pero remunerativa, que ejercer una profesión en la que se especule, chantajee o soborne.

 

 No “huimos” de República Dominicana para, en el exterior, querer subsistir dejando una estela de acciones deleznables y mala fama.

 

 Sin embargo, por no poseer esas “habilidades”, y en su momento trabajar periodismo como se debe, ser fiel a lo que hicieron de nosotros, y nos desviarnos; es que somos de los pocos periodistas que ha pagado sus impuestos, ha trabajado para su retiro, y puede retornar o viajar libremente a República Dominicana.

  El autor es periodista, miembro del CDP en Nueva York, donde reside.