Mi Ventana Óptica Diplomacia e intromisión

Por Alejandro Almánzar 

Despertando inquietudes, hemos descubierto lo opuesto de aquello que nos vendieron como algo que finalmente resultó ser lo opuesto. Por ejemplo, la diplomacia, se creía tenía como misión entrelazar a los pueblos económica y culturalmente, pero esa función hoy día se centra mas en espiar a países «socios» para que gobernantes y gobernados no afecten intereses imperiales y sus propósitos dominadores, mientras estos ofenden sus soberanías. 

A groso modo, la diplomacia está compuesta por un conjunto de personas e instituciones que velan por los intereses y relaciones entre los Estados, pero esta definición que parece abarcadora, otorga roles que en sumos grados lesionan derechos e intereses de las naciones.  

Porque la misma, en lugar de buscar unir a los pueblos, ha devenido en un instrumento de vigilancia, donde el embajador, al estilo un emperador, asume a los países tal si fueran colonias en las que sus comendadores tienen que obedecer sus mandatos.  

Entre los años 70 y 80, en nuestro país teníamos un “Cuerpo de Paz”, que nadie conocía su misión, eran espías que pasaban informaciones a la Embajada norteamericana y fue cuando mas jóvenes brillantes fueron asesinados y exiliados. Supimos de otros que disfrazados de religiosos hacían lo mismo. La democracia ha quedado reducida a decisiones de quienes con vocación imperial buscan controlar y subyugar a los Estados, en lo que se restringe el libre pensar de la gente, reduciendo al ciudadano a una categoría de ser inferior que no puede discernir.  

Como si todavía estuviéramos sometidos al sistema monárquico de cuando llegaron los emperadores al continente, pues dizque a nombre de esa amistad, interfieren grosera y perversamente en nuestras sacrosantas decisiones.  

De ahí, los conflictos entre grandes imperios hoy día, pues no todo el mundo está dispuesto a permitir que, de afuera, en nombre de unas relaciones disfrazadas de diplomacia se les vaya a imponer reglas que choquen con costumbres e ideas que les da su propia identidad como entes sociales.  

Pero nadie asuma que, este estado de cosas cambiará para bien de los sometidos con el anunciado Nuevo Orden Mundial que esos mismos sectores vienen diseñando desde hace rato. Un ejemplo, hoy la OTAN, no sabe si frotarse las manos por la rebelión que enfrenta Putin en Rusia.    

Porque no creo, tengan algo qué celebrar, puesto que los revoltosos contra el Kremlin, posiblemente nunca sean aliados, ni siquiera amigos de estas naciones, por el contrario, podría complicarle el panorama a Los Estados Unidos y aliados si el grupo mercenario Wagner se impusiera.  

Es una tropa poderosa en hombres y armas que odia visceralmente a la OTAN, por lo que estos últimos preferirían lidiar con el mandatario ruso y no con ellos, aunque a las potencias les da igual un sistema dictatorial, como eso que llaman democracia, siempre que uno u otro sea cónsono con sus propósitos. 

Pero para que no vayamos a pensar que se trata de un asunto sólo para naciones pequeñas y pobres, hace un tiempo, decía el profesor Leonel Fernández, que a esto no escapan grandes naciones para poder acceder a algún préstamos a programas importantes.    

De lo que estamos hablando es, que hace mucho la diplomacia, mas que servir a los fines para lo cual fue creada esta sólo cumple la misión de vigilar e interferir en las determinaciones de los países.  

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