Irresponsables

Por Fernando A. De León
La pusilanimidad, el desdoblamiento y la falta de solidaridad, en República Dominicana, ha hecho que varios sectores se acomoden a las demandas con las que todo el mundo está de acuerdo; pero temen abordar desaciertos particulares que los comprometan.
Es decir, estamos atestados de escaramuzas en cuanto a nuestros problemas político-sociales y económicos, y utilizamos un sesgo para resolverlos. Formulamos demandas, pero, para no correr “riesgos” con sectores fácticos u oficiales, marginando a otros.
Recientemente, la directiva del Colegio Dominicano de Periodistas (CDP), en su sede de Santo Domingo, denunció que los colegas no son bien remunerados, y que reporteros regulares y otros, deberían ganar más 30 mil pesos mensuales. Estamos de acuerdo con ello.
Con respecto a esa situación hasta se habló de la fuga de talentos. Pero resulta que pareciera que entre los “talentosos” no figuramos 12 periodistas de Nueva York, que fuimos pensionados como técnicos o auxiliares cuando, en verdad, siempre fuimos reporteros y redactores noticiosos; y por no decir más, hay-incluyéndonos-, periodistas “bragados” que en las calles de Santo Domingo defendimos el derecho de ejercer nuestra tarea.
Todo indica que para los directivos del CDP es más fácil aquello del “mal de tontos” que particularizar y demandar que se complete el monto de esas pensiones con lo que no ha cumplido el presidente Luis Abinader, luego de haberlo prometido. Claro, aunque fue el gobierno que nos seleccionó para pensionarnos, a los directivos del CDP les compete exigir que se cumpla con el completivo de 10 mil pesos más de esa pensión.
En esto no hay subterfugios estatutarios ni normas éticas que impida hacer las correcciones de lugar. Evidentemente, más que falta de solidaridad, hay irresponsabilidades y, por cierto, patética genuflexión, y sobre todo, doble moral.
Y de otro lado, se sabe que en las pensiones recomendadas por el CDP hay gente sin trayectoria como periodistas, parientes, simples mandaderos, “canchanchanes” y otros. Nosotros no tenemos que ser dado al clientelismo ni cabildear, ni tener amarres con aquelarres, para ser respetado y pensionados como merecemos.